Altas precipitaciones, baja disponibilidad de boro
Costa Rica y Panamá apoyan las economías agrícolas saludables. Con sus climas tropicales y abundantes lluvias todo el año, estos países producen cultivos diversos y de alto valor para el consumo interno y la exportación mundial.
Si bien el café es una de las exportaciones más conocidas y valoradas de Costa Rica, las demás incluyen piña, banana, caña de azúcar, arroz y frutas tropicales, junto con plantas ornamentales. La región central muy poblada de Costa Rica está principalmente dedicada al cultivo del café, mientras que en las zonas periféricas de la región se cultivan banana y piña. Las montañas de Costa Rica son ideales para cultivar café—ricas en materia orgánica y con la cantidad adecuada de acidez de las cenizas que dejaron los volcanes que aún están activos. El suelo es ideal para la captación de nutrientes de las raíces y la conservación de la humedad, lo que crea un gusto distintivo que le da el sabor a muchas marcas de café populares en todo el mundo.
En Panamá, las bananas son el cultivo principal, junto con los granos de cacao, el café, el coco, el maíz, las patatas, el arroz, la soja y la caña de azúcar. El cacao y las bananas se producen principalmente en las cálidas y húmedas tierras bajas, mientras que el café se cultiva en alturas más elevadas y más templadas. El clima y la geología de Panamá plantean desafíos para el desarrollo agrícola: las precipitaciones abundantes todo el año impiden el cultivo de la mayoría de las cosechas en la costa atlántica y el terreno montañoso del país limita el cultivo. Los suelos panameños son ricos en arcilla y varían en fertilidad. En muchas áreas, los cultivos se pueden plantar ininterrumpidamente solo si se utilizan fertilizantes. La mala calidad del suelo, la delgada capa superficial y la erosión limitan más la producción.